La senadora del PRO se diferenció del presente de su espacio político, afirmó que el año que viene no irá en ninguna lista con La Libertad Avanza (LLA) y cuestionó a Javier Milei por priorizar al mercado antes que al Estado. “No creo en una macro ordenada para que en el camino la gente no tenga para comer”, sentenció.

“No me interesa formar parte del gobierno nacional y no voy a ir en ninguna lista con La Libertad Avanza (LLA)”, advirtió la senadora del PRO, Guadalupe Tagliaferri, al referirse a una posible alianza entre ambos espacios de cara a las elecciones legislativas del próximo año.

En diálogo con C5N, la legisladora, que políticamente se ubica cerca del ex jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, cuestionó el presente del PRO, al que describió como “atormentado, confundido, mareado y, sobre todo ahora, no sabiendo qué hacer”. “Si vos perdés tu norte, tus convicciones, tus valores, esos que te guían en cada accionar, en cada definición que tenés que dar, no sabes qué pensar en cada momento”, enfatizó.

En el marco de los temas de agenda del Congreso, se mostró a favor del proyecto de Ficha Limpia, en contra de la posibilidad de eliminar las PASO y cuestionó la posible designación por decreto de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como integrantes de la Corte Suprema. “Tener jueces de la Corte Suprema de esa manera me parece que es algo que habría que evitar”, resaltó.

Por último, a pocos días de que se cumpla un año de gestión del gobierno de Javier Milei, Tagliaferri realizó un balance de este primer año y cuestionó al máximo mandatario por priorizar el mercado por sobre el Estado: “No creo en una macro ordenada para que en el camino la gente no tenga para comer”.

Periodista: Se está por cumplir un año del gobierno de Javier Milei y en este tiempo el PRO cumplió un rol fundamental para el oficialismo. ¿Cómo llega esa relación a diciembre?

Guadalupe Tagliaferri: Yo no me encuentro dentro de ese colectivo. Estoy dentro del PRO, soy senadora por el PRO, creo en todas las construcciones y los valores y las convicciones que el PRO tuvo de toda la vida por lo cual yo me sumé y estaba orgullosa. Hoy al PRO lo veo atormentado. Pasamos de un apoyo incondicional en el pacto de Acassuso, pasó a acompañar a libro cerrado la ley bases y el paquete fiscal, cosa que en mi caso yo no hice, después toma distancia, después vuelve; vamos a una alianza electoral, no vamos; defendemos la institucionalidad en algunos casos, pero en otros no; estamos con los jubilados, pero después no estamos con los jubilados; defendemos la educación pública, pero no estamos con educación pública. Yo veo al PRO, en términos generales, atormentado, confundido, mareado y, sobre todo ahora, no sabiendo qué hacer. Si vos perdés tu norte, tus convicciones, tus valores, esos que te guían en cada accionar, en cada definición que tenés que dar, si estás atormentado no sabes qué pensar en cada momento.

P: ¿Ves una pérdida de identidad?

GT: Sí, pero no porque haya surgido LLA, sino porque el PRO decidió no defender los valores identitarios históricos. La campaña del 2015 tenía tres componentes: déficit cero, pobreza cero y unir a los argentinos. Creo que en Argentina hay un consenso mayoritario de todos los actores políticos de que las cuentas y la macro tienen que estar ordenadas, ahora este no es un gobierno que proponga hablar de pobreza cero, que proponga unir a los argentinos, de hecho todo lo contrario, los actos recientes lo demuestran. El odio, eliminar al enemigo, las tropas. No tiene identidad (el PRO) porque no tiene identidad lo que representamos. Nosotros en la ciudad de Buenos Aires construimos 54 escuelas públicas con obra pública, creíamos en el Estado, creíamos en la educación pública, creíamos en la obra pública y creíamos, sobre todo, en igualar la línea de partida de los chicos y las chicas en situación de mayor vulnerabilidad, ni hablar de la violencia de género. Ante todo esto, hoy veo a los máximos dirigentes del PRO pareciendo que está bien que no haya obra pública, que está bien que no hablemos de violencia de género, que está bien el no a la educación pública. Yo sigo pensando eso mismo y por eso me diferencio en cada situación porque tengo claro dónde votamos.

P: ¿El votante del PRO comparte las ideas de Milei?

GT: Hay un sector núcleo duro del PRO histórico de la Capital Federal que probablemente sí y que probablemente antes no estaba un poco más a la derecha porque no había otra opción porque el PRO siempre fue de centro, centro derecha. Ahora creo que cuando Horacio (Rodríguez Larreta) ganó en la ciudad de Buenos Aires con el 56% de los votos lo hizo porque presentamos una cosmovisión que era la de Juntos por el Cambio. Ese sector de votante duro creo que sí está con LLA, pero creo que todo lo otro no está ahí, no estuvo nunca ahí. Era el que celebraba la urbanización de villas, la independencia de poderes, el que celebraba que Mauricio y que el PRO no fuesen un gobierno agresivo, perseguidor, acusador de los medios de comunicación, respetuoso de la justicia, que hiciera obra pública. Eso yo creo que hoy no está con LLA.

P: En este escenario y de cara a las elecciones legislativas del año entrante, ¿hay margen para una alianza electoral entre el PRO y LLA?

GT: No lo sé. Yo tengo claras mis definiciones. A mí no me interesa formar parte del gobierno nacional y no voy a ir en ninguna lista con LLA.

P: ¿Están dadas las condiciones para construir un armado transversal que incluya a Rodríguez Larreta, Martín Lousteau, Facundo Manes?

GT: Más que pensar en estrategias electorales, de fuerzas, de espacio político para el año que viene, que es como muy corto, hay en discusión un modelo que nos plantea Milei dentro de un marco y un contexto internacional. No es un fenómeno solamente de la Argentina, pero tiene que ver con un montón de descontento genuino, lógico de la democracia liberal, de los partidos políticos. En ese contexto me parece que hay que pensar más a largo plazo. En ese sentido, todos aquellos con los cuales yo pueda hablar, reflexionar ahora, mañana, dentro de cinco años respecto a que no podemos negar el cambio climático o cómo hacemos frente a la negación de la violencia de mujeres y niñas, o cómo replanteamos igualar los puntos de partida. Todos aquellos que creamos que el Estado tiene un rol central en el intermediación de los actores y que creamos que la Argentina tiene que desarrollarse, yo me voy a juntar hablar, a reflexionar, a pensar qué cosas se pueden hacer, independientemente de cómo cierro la lista el año que viene, me parece que eso es lo que está mal.

P: ¿Hace cuánto se perdió la capacidad de diálogo entre distintas fuerzas políticas?

GT: LLA tiene cosas muy similares al populismo del kirchnerismo de ‘ellos o nosotros’, de ‘nosotros somos los que tenemos la verdad revelada, los demás son anti patrias’. La dirigencia política lo viene estableciendo como conversación política hace mucho tiempo. A eso le sumamos un sistema político que no da respuestas a los problemas concretos de la gente, porque vos me estás hablando de cómo resolver la justicia y en el camino matan a una chica de 15 años por un celular en Lanús. Esa distancia permitió el descontento lógico y entendible de la sociedad con estas salidas de expresión de populismo derecha. Antes nosotros criticábamos ese modelo de conversación política, ese modelo de construcción política. Yo lo sigo criticando ahora.

P: Como senadora y presidenta de la Comisión de Acuerdos, ¿qué pensas de la posibilidad de que el Gobierno designe por decreto a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como integrantes de la Corte?

GT: Me parece que elegir las máximas autoridades de uno de los poderes del Estado requiere cierta institucionalidad. La constitución de la Argentina nos plantea la obligación de ir a consenso, porque nos exige dos tercios porque dice que el Gobierno tiene que conversar con el sistema federal de las provincias, con el Parlamento que está representado ese poder para poder elegir la tercera autoridad, entonces te invita y te obliga al consenso. Cuando vos rompes eso rompes un poco el espíritu del federalismo, de la construcción colectiva. ¿Lo puede hacer? Sí, el Senado tiene que estar cerrado, lo puede hacer por término de un año. No creo que sea la manera. Hay que ver si en la Corte Suprema le toma juramento, hay que ver si los candidatos aceptan eso y sobre todo cuál es el mensaje al sistema político y a la ciudadanía. Siempre se habló de que la Argentina tenía un nivel de incertidumbre permanente con su andamiaje jurídico y con sus instituciones, yo no siento que este Gobierno esté cambiando eso. Está gobernando y tomando medidas con un DNU que tiene media sanción de rechazo, que está pendiente de un rechazo, eso no da sensibilidad de estabilidad jurídica. Tener jueces de la Corte Suprema de esa manera me parece que es algo que habría que evitar.

P: ¿Qué pensás del proyecto de Ficha Limpia?

GT: Es importante trabajar con ficha limpia, es algo que hay que avanzar, es parte de lo que la ciudadanía ve como protección de la casta. Hay que hacerlo seriamente porque hay un principio de inocencia en la Constitución que hay que cumplir donde todos los ciudadanos somos iguales frente a la ley y porque la política también es sucia y te pueden aparecer denuncias por todos lados. El tema es que tenga criterio.

P: ¿Y la posibilidad de eliminar las PASO?

GT: No estoy de acuerdo. Podemos mejorarlas, podemos buscar las maneras de hacerlas más eficientes. Las PASO trajeron un sistema de mejora en el acceso a los cargos públicos. En el 2021 Cambiemos tuvo PASO en todas las provincias, renovó la participación de los dirigentes, sacó a dirigentes que estaban hace muchos años que se presentaban permanentemente y los puso de frente a la ciudadanía y la ciudadanía eligió. Siguen siendo dirigentes relevantes, pero había ofertas electorales más competitivas, por ejemplo Carolina Losada, Martín Tetez, Manes, Pullaro. Las PASO mejoran el sistema de participación, lo hacen más transparente, más accesible, más competitivo y además en un momento donde todos los partidos políticos están en una crisis, debatir de cara a la ciudadanía me parece importante.

P: ¿Qué balance hacés del primer año de gestión de Milei?

GT: Negar la rapidez con la cual mantuvo el equilibrio fiscal es de una ceguera absoluta. La tranquilidad que genera no estar en un torbellino inflacionario permanente es algo que impacta directamente no solo en el bolsillo, sino en la angustia de la gente. Eso hoy no está y es algo que hay que celebrar. Ahora el equilibrio fiscal ¿a cambio de qué? Y acá viene la discusión con los gobernadores y la plata de las provincias. El Estado dice ‘esta plata es mía’. No, no es tuya la plata, es de todos los argentinos. El equilibrio fiscal lo tenés porque a los jubilados los dejaste en 300 mil pesos cuando la canasta básica es de un millón. No es un equilibrio de la macro para las cuentas, en el camino tenés a la gente, en la micro vive la gente. El jubilado con 300.000 pesos y con la inflación de los medicamentos no llega. Yo no creo una macro ordenada para que en el camino la gente no tenga para comer. Lo que le falta al Gobierno, y no lo va a tener nunca porque no está en su visión, es cómo la Argentina se desarrolla, porque es mentira que el mercado te resuelve. El mercado no resuelve la mejora en las pruebas aprender, no resuelve las desigualdades de origen, no resuelve la mujer asesinada, no resuelve la calidad educativa, un centro de salud, un centro de primera infancia, la vacunación mínima obligatoria del PMO. A mí no me interesa ser parte de ese Gobierno y no creo en esa Argentina que niegue el medio ambiente, que no le importe las desigualdades de origen, que no le importe la educación y que crea que los chicos van a aprender a leer mejor en tiempo y en forma porque el mercado y la macro está ordenada. Podemos estar de acuerdo con la macro ordenada, no estoy de acuerdo con todo el resto.

P: Falta un costado social.

GT: Faltan dos de los componentes del 2015: pobreza cero y unir a los argentinos. No creo en un Gobierno cuya ideología es acusar a los periodistas permanentemente, que cree que el que piensa distinto es un enemigo. Eso le hace mal a la Argentina, le hace mal a la democracia, le hace mal a las instituciones y es peligroso.

P: Hablás de un Gobierno que niega, ¿hay cosas que deliberadamente no le importan?

GT: No le importan y por eso es que no puedo formar parte de una lista de LLA. El Gobierno cree que la Argentina va a exportar, que es la gran salida de los países que se desarrollan, y ahí necesitas un Estado. El Estado tiene un rol central en facilitar, en acompañar. En un mundo globalizado tenés que exportar y el Estado tiene un rol, no exportas vos con María de Uruguay, exportan los estados, exportan las agencias que te ayudan a mejorar la calidad. El Estado tiene un rol central en el desarrollo del país. No vas a poder exportar más y producir más si no tenés logística interna en el país, eso lo hace el Estado y el Gobierno no cree en eso.

P: En los últimos días se lanzó la agrupación “Las Fuerzas del Cielo” y se presentó como “el brazo armado de Milei”. ¿Qué rol le atribuís al Gobierno frente a la propagación de actitudes y discursos violentos?

GT: El poder que tiene el Estado respecto a los ciudadanos, a la conversación pública, a la agenda pública es enorme y ese es un problema gigante. Si empezamos a convalidar reírnos de un chico con síndrome de down, ¿qué piensa la mamá que tiene un chico con síndrome de down qué le va a pasar en el colegio?. Si establecemos que está bien reírnos de alguien que es homosexual, ¿qué le va a pasar a los chicos cuando decidan decirle a los padres y compañeros que son gay? o ¿qué va a pasar si a un periodista le pegan por pensar distinto? ¿cuáles son los niveles de odio que el Estado puede generar?. Eso es peligroso, atenta sobre cómo vivimos, sobre cómo nos relacionamos y sobre todo a cómo nos sentamos a discutir problemas colectivos. Eso obtura cualquier posibilidad de construcción de consensos colectivos a los problemas que tenemos todo. Tengo un hijo de 16 años, no quiero vivir en una Argentina que cuando él sea grande esté atravesada por este tipo de conducta sociales y del hacer política así.

P: De cara al segundo año de mandato, ¿qué le dirías a Milei?

GT: Que escuche, que no es por acá, que hay una vocación y un logro excelente de él personalmente, ni siquiera de LLA, respecto a instalar en la Argentina el entender que el déficit fiscal hay que controlarlo. Eso me parece que es un logro que le permite a él quedar en la historia de los tiempos modernos de la Argentina, pero que él es el Presidente de todos los argentinos, no es el Presidente que gobierna solo la Casa Rosada y alrededores, tiene un país enorme con 24 provincias, con 47 millones de argentinos que confían en él para poder desarrollar su vida y que él tiene una oportunidad para hacerlo.

Fuente: c5n.com

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